Las Grandes Falacias de la Humanidad

 

 

Hay cinco cosas que podemos hacer si lo que queremos es cambiar este mundo y evitar su destrucción

 

Estos son los cinco pasos para la paz

 
1-    Reconocer que algunas de nuestras creencias sobre Dios ya no funcionan
2-    Reconocer que hay algo que no entendemos sobre Dios y la vida cuya comprensión cambiará todo
3-    Elegir estar listos para una nueva comprensión de Dios y de la vida
4-    Elegir ser lo bastante valientes para explorar y examinar esa nueva comprensión y si concuerda con nuestra verdad y conocimiento interno ampliar nuestro sistema de creencias
5-    Elegir vivir nuestras vidas como testimonio de nuestras creencias más altas y grandiosas y no como negaciones

 

 

No importa si la gente cree en Dios o no; toda la gente tiene creencias sobre la vida

Dios y la vida son lo mismo; EL es la energía que llaman vida

 
 
Las creencias sobre Dios que crean crisis, violencia, asesinatos y guerras son:

 

Las cinco falacias sobre Dios

 
 
1- Creemos que Dios necesita algo
2- Creemos que Dios no puede obtener de nosotros lo que necesita
3- Creemos que Dios nos ha separado de Él porque no le hemos dado lo que necesita
4- Creemos que Dios aún necesita lo que necesita con tanta desesperación que quiere que nosotros se lo demos ahora desde nuestra posición separada
5- Creemos que Dios nos destruirá si no cumplimos con sus requerimientos
 
También creemos que cuando creamos crisis, violencia, asesinatos y guerras lo hacemos para cumplir lo que Dios nos ha pedido; mucha gente cree que se puede asesinar porque esa es la voluntad de Dios
 
 

Las cinco falacias sobre la vida son:

 
 
1- Los seres humanos están separados unos de otros
2- No hay suficiente de lo que los seres humanos necesitan para ser felices
3- Para obtener aquello de lo que no hay suficiente, los seres humanos deben competir entre sí
4- Algunos seres humanos son mejores que otros
5- Está bien que los seres humanos resuelvan discrepancias graves creadas por las demás falacias matándose unos a otros

 


Estas cinco falacias sobre la vida combinadas con las cinco falacias sobre Dios crearon un conjunto de errores que trajeron a este mundo profunda ira, violencia brutal, pérdidas terribles, mucho dolor y terror incesante
 
 

No escuches a ningún humano ni a algún ser del espacio que se declare a sí mismo más especial que cualquiera de nosotros

 
 
 
Si intenta mostrarse a sí mismo más especial que cualquier otro, si intenta mostrarse separado del resto de la humanidad, que es su salvador, mesías, etc., aléjate de él lo más rápido que puedas
 
Tus auténticos guías te aconsejarán que sigas al Dios que hay en ti.
 
 

Cada ser humano es tan especial como cualquier otro que haya vivido, viva o vivirá.

Todos y cada uno de nosotros somos mensajeros y llevamos un mensaje a la vida sobre la vida todos los días; cada hora, a cada momento, todo lo que pensamos decimos y hacemos es un mensaje.
Nuestra vida entera es una enseñanza.
 
Todos nosotros somos la misma cosa
Todo el Universo está hecho de la misma materia
Podemos llamarla Dios, vida o energía pero eso no lo hará diferente
Por eso no podemos estar separados de Dios
 
Todas las cosas están vivas; no existe nada que sea materia muerta
No hay objetos inertes en el Universo
 

 

Si ponemos como ejemplo una roca:
Dentro de ella todo es movimiento, pues sus átomos están hechos de protones, neutrones, electrones, hadrones, bariones, mesones, quarks, antiquarks, leptones, neutrinos, muones, tau, etc., todos ellos diferentes elementos de energía moviéndose a gran velocidad.
 
Esto mismo es lo que existe dentro de nosotros
A todo esto lo mantiene el SER, la Primera Causa, con su pensamiento
Esto nos incluye tanto a nosotros como a las rocas; todos somos la misma cosa y esta se llama VIDA
 

Es decir, Dios y nosotros somos uno

 
Hemos de estar  dispuestos a permitirnos el cambio ideológico que a su vez permita el cambio en nuestras formas de hacer

 

Hemos de ser atrevidos
 
En su mayor parte estas ideas han sido extraídas del libro canalizado Las Nuevas Revelaciones de Neale Donald Walsch